En la temporada 2024-2025, Circlassica regresó a Madrid bajo la dirección de Emilio Aragón con la producción “La Historia Mundial Continúa”. Durante su estancia, la capital vivió una propuesta artística en la que la luz no solo iluminaba, sino que narraba y emocionaba.
La gran carpa acogió a miles de espectadores que pudieron sentir cómo la iluminación, diseñada por Juanjo Llorens, se convertía en un personaje más del espectáculo. El propio Llorens explicaba que “la luz no solo ilumina, sino que respira, se mueve y narra junto al espectáculo”.
La tecnología de Robe Lighting fue la herramienta clave para crear atmósferas envolventes y coreografías lumínicas sincronizadas con música, acrobacias y dramaturgia. Según Llorens, “no pongo luces para que las cosas se vean, sino para que el público sienta”.
Un concepto de iluminación que contó historias
Llorens concibió la iluminación como una extensión de la narrativa, una luz que respiraba y se movía al compás del espectáculo. Cada transición de color, cada cambio de intensidad y cada movimiento de foco tuvieron un propósito dramático.
En sus palabras, “la luz acompaña al artista, no compite con él”. El diseño lumínico reforzó la progresión de la trama y guio la mirada del público, pasando de escenas íntimas y delicadas a momentos de gran fuerza visual. Para Llorens, “la iluminación debe evolucionar como lo hace la dramaturgia, pasando de la intimidad a la intensidad”.
Esta aproximación convirtió la luz en un elemento vivo, esencial para la experiencia. “Busco que el espectador viva un viaje emocional guiado por la luz”, añadía.
Retos técnicos y soluciones creativas
La estructura de la carpa circular presentó desafíos singulares: alturas variables, visibilidad total para el público y cambios rápidos de escenografía. El equipo técnico resolvió estos retos mediante una disposición versátil de luminarias LED de bajo consumo y un control de iluminación avanzado que permitió transiciones suaves y precisas.
El uso de tecnología de última generación redujo el consumo energético sin sacrificar potencia lumínica, garantizando un rendimiento óptimo durante toda la temporada. Llorens destacaba que “es fundamental que el equipo técnico entienda que la luz también es un personaje”, subrayando la importancia de la colaboración entre departamentos.
La luz como coreografía
Uno de los sellos de Juanjo Llorens fue ensayar la iluminación como si fuera una coreografía más del espectáculo. “Ensayo la luz como se ensaya cualquier otro elemento del espectáculo”, afirmaba.
Cada función se trató como un lienzo vivo donde la luz tenía su propio ritmo, pausas y crescendos, dialogando con la música y las acrobacias. “El ritmo visual es tan importante como el ritmo musical”, insistía el diseñador.
Este enfoque permitió que el espectáculo tuviera un dinamismo visual único, manteniendo al público inmerso en todo momento.
El equipo detrás de la magia
El éxito técnico de la producción fue posible gracias a la colaboración estrecha entre el equipo creativo de Circlassica, los técnicos de iluminación y el soporte de Robe España. Desde la selección del equipo hasta la programación final, cada decisión se tomó para fusionar arte y tecnología en perfecta armonía.
“Robe me permite trabajar con precisión y versatilidad, sin límites creativos”, y que “el equipo técnico de Robe España ha sido un aliado imprescindible”.
La precisión técnica y la creatividad artística se unieron para ofrecer un resultado que dejó huella en el público y que se convirtió en un ejemplo de referencia en espectáculos en vivo.
Un legado en la memoria del público
La temporada de Circlassica en Madrid no solo ofreció entretenimiento, sino que dejó un testimonio de cómo la tecnología y la visión artística pueden transformar un espectáculo.
La iluminación, lejos de ser un elemento secundario, fue uno de los grandes protagonistas. Como resumía Llorens, “mi trabajo es coreografiar la luz igual que se coreografía la danza o la música”. Con esa filosofía, consolidó su papel —y el de Robe Lighting— en la escena internacional.